Es innegable que el presidente israelí, Benjamin Netanyahu, tiene una enorme y criminal responsabilidad en la presente crisis de Oriente Medio y en el gravísimo problema de Gaza, lo que ha llevado a la Corte Penal Internacional a dictar una orden de arresto contra él por crímenes de guerra y lesa humanidad.

Por el contrario, la actitud de las fuerzas mal llamadas progresistas, de la izquierda woke que, con la falsa excusa de defiender al pueblo palestino, solo muestran una enorme aversión antisemita y antisionista, incomprensiblemente solo comparable al odio genocida que en su día practicara el nazismo, es la muestra palpable de que los extremos pueden llegar a tocarse.

El origen de esta última crisis humanitaria se remonta al sorpresivo, salvaje y brutal ataque que Hamas perpetró el 7 de octubre de 2023 desde Gaza, con víctimas civiles que asistían a un concierto, en el que hicieron 251 prisioneros y donde casi 700 personas fueron asesinadas entre civiles (71 de ellos eran extranjeros), soldados y policías.

Cuando la progresía, entre la que milita la gran mayoría de la izquierda española incluido el gobierno social-comunista, vomita sus invectivas contra el estado israelí, suele evitar o les parece irrelevante citar este último detalle pero, unos por consciente vileza y otros por ignorancia, mienten o fingen ignorar demasiadas cosas que no estará de más reseñar:

1.     El presunto delito de Netanyahu no puede ser calificado como genocidio y ni siquiera el Tribunal Internacional lo denomina así. De acuerdo con el Derecho Internacional se trataría de crímenes de guerra y lesa humanidad como ya antes hemos hecho constar. Genocidio significa tratar de exterminar a un determinado grupo étnico y ese ni de lejos es el caso puesto que, por ende, en el estado de Israel viven muchas personas de raza árabe que pueden disfrutar de la nacionalidad israelí sin el menor problema, si ese es su deseo.

2.     Netanyahu será un criminal, pero es el presidente electo del único estado democrático de la zona, su gobierno tiene una oposición que está en profundo desacuerdo con sus métodos, algún día él perderá las elecciones y será sustituido por otro político. Ciertamente Netanyahu debería ser juzgado pero Israel no es un estado genocida.

3.     Mahmud Abás, presidente vitalicio de la Autoridad Nacional Palestina fue designado por el procedimiento tan poco democrático como la elección “a dedo” por el Consejo Central de la OLP y no digamos, de la elección de los lideres de Hamás y de Hezbolá.

4.     Tanto israelíes como palestinos reclaman su derecho a ocupar la tierra que secularmente les ha pertenecido, el solar de sus mayores y, si ciertamente ambos tienen razón, con mayor motivo debieran ser capaces de ponerse de acuerdo a la hora de constituir dos estados que convivieran en perfecta armonía. Pero esa solución parece más lejana que el sistema solar más remoto.

5.     A modo de brevísimo resumen histórico podemos decir que las doce tribus de Judá se establecieron en las tierras de Israel y Judea hacia el año 1200 a.C. Hacia el 63 a.C. sería el Imperio Romano quien ocuparía la llamada provincia romana de Judea, posteriormente denominada Palestina por este mismo imperio a partir del año 135. La ocupación romana y los muchos conflictos con los hebreos acabarían produciendo la diáspora judía, la huida de muchos de ellos que se repartirían por otros muchos lugares del mundo (en la península ibérica  se establecieron los sefardíes, judíos a quienes nuestros antepasados también llegaron a expulsar si no se convertían al cristianismo). Tras la caída del imperio romano, Judá pasaría a formar parte del Imperio persa y posteriormente del Imperio otomano a partir de 1517, ocupación que duraría hasta el final de la primera guerra mundial. Fue entonces cuando, en 1922, la Sociedad de Naciones encomendó a Gran Bretaña un mandato sobre Palestina que comprendía los territorios de Israel, Franja de Gaza y Cisjordania. Todos estos territorios estaban ya habitados por árabes palestinos pero con una gran densidad de judíos que poco a poco, a lo largo de los siglos, habían ido retornando a lo que siempre consideraron, según la Torá y el Antiguo Testamento, la Tierra Prometida por Yahveh a Abraham y a sus descendientes. El mandato de la Sociedad de Naciones implicaba que los británicos deberían intentar formar dos estados repartiendo proporcionalmente el territorio, pero las dificultades e intransigencias, sobre todo de los musulmanes, hicieron que la tarea fuera inviable.

6.     Ya en 1947, la Asamblea General de Naciones Unidas dictó la Resolución 181 que proponía la partición de Palestina en dos estados dejando a Jerusalén bajo administración internacional. David Ben Gurion proclamó el estado de Israel en mayo de 1948 y la inmediata reacción árabe fue la declaración de guerra contra Israel de todos los países musulmanes de la zona, en el que fue el primero de los 8 conflictos armados que a partir de entonces han tenido lugar, guerras que todas han terminado con victoria del sionismo judío.

7.     Tras la antes citada guerra árabe israelí, el 11 de diciembre de 1948 la ONU aprobó la Resolución 194, que estableció el derecho al retorno de los refugiados palestinos a sus hogares y la compensación por los bienes perdidos o dañados. Esta resolución también creó la Comisión de Conciliación de las Naciones Unidas para Palestina, encargada de facilitar una solución definitiva al conflicto. Si los palestinos hubiesen aceptado lo establecido en las citadas resoluciones, podría ser que desde hace casi 80 años existieran dos estados vecinos conviviendo, y posiblemente en paz.

8.     Desde entonces hasta aquí todo lo que se ha vivido ha sido una auténtica insania, ni los acuerdos de Oslo ni las conferencias de Madrid o de Camp David consiguieron resultados positivos. Ocho guerras ha tenido que librar Israel contra los países árabes que le rodean aunque hoy existan ya tratados de amistad con Jordania, Egipto y Emiratos Árabes. Israel ha sufrido numerosísimos atentados terroristas de entre los que resultó más llamativo el ataque del grupo Septiembre negro (facción de la OLP de Yasser Arafat) a los atletas israelitas en la villa olímpica durante la Olimpiada de Berlín-72, asesinando a 11 de ellos. Israel ha sufrido constantes ataques de la organización terrorista Hamas desde Gaza y de Hezbollah en el sur del Líbano, terrorismo financiado en buena parte desde Irán.  

9.     Israel es acusado de haber establecido muchos asentamientos de colonos en Cisjordania, de haber ocupado los altos del Golán y por haber incumplido casi todas las resoluciones de Naciones Unidas en este tiempo, pero quienes así les culpan suelen obviar que la primera de todas ellas, la más importante, la primigenia y antes citada 181, fue flagrantemente incumplida por los palestinos con la complicidad de todos los países árabes de la zona.

10.    Ni los palestinos de la Autoridad Nacional Palestina, ni el presidente del practicamente inexistente estado palestino, Mahmud Abás, ni mucho menos los terroristas de Hamas, desean tener un estado en las condiciones mandatadas por Naciones Unidas. “Desde el rio hasta el mar” es una consigna del nacionalismo palestino (que ha llegado a repetir nuestra ínclita vicepresidenta Yolanda Díaz) que tiene un claro significado: el deseo de que desde el rio Jordán hasta el mar mediterráneo no quede un solo israelita; solo quieren expulsarlos y quedarse solos.

11. No existe un estado palestino juridicamente establecido como tal, porque ellos no lo han querido pero podría haberse hecho realidad si de verdad ellos lo desearan. Lo que también la mayor parte de la izquierda descerebrada pide, sería posible desde el año 1948 si ellos aceptasen lo que desde un principio se estableció que no es sino formar dos estados vecinos que pudieran convivir en paz. Lo que reivindican algunos como el estólido Sánchez que disfrutamos en España, no es posible porque aquellos del pañuelo en cuello y cabeza, el llamado kufiya, que tanto gusta a las mentes de corte bolivariano, no quieren otra cosa que quedarse solos incluso exterminando a los judíos si ello fuera necesario.

12.    Israel lha pasado toda su vida moderna rodeado de países enemigos que ansían su destrucción. Si Israel hubiese acatado todas las resoluciones de la Asamblea General de Naciones UNidas  (que por otra parte no son de obligado cumplimiento siendo copiosas las que otros muchos estados no  han cumplido en asuntos diversos, y según muchos juristas expertos ni siquiera lo son las del Consejo de Seguridad si no se refieren al capítulo VII de la Carta de NU), si Israel no hubiese ocupado los altos del Golán, si no hubiera combatido a Hezbolá en el sur de El Líbano, si no hubiera establecido un férreo control del territorio incluso implantando los asentamientos de Cisjordania, si no tuvieran el ejército mejor preparado, si no fueran técnica, cultural e intelectualmente muy superiores a sus enemigos, probablemente Israel estaría aniquilado y hubiera dejado de existir como estado.

13.    El lanzamiento de proyectiles desde la franja de Gaza hacia Israel han sido una constante en el tiempo, algo que a nadie pareciera preocupar, como el hecho de que  Gaza estuviese gobernada por el terrorismo de Hamas, de los asesinos que siempre situaron sus puestos de mando, sus arsenales y toda su parafernalia sobre escuelas y hospitales, los repugnantes malhechores que siempre usaron y siguen utilizando a la población civil como escudos humanos. Desde Gaza se lanzó el terrible atentado contra Israel del 7 de octubre de 2023, origen de todo lo que aconteció y sigue sucediendo a día de hoy.

14.    Después de todo lo que la Historia le debe a los judíos, después de estos últimos casi 80 años de agresiones constantes, Israel sigue teniendo derecho a defenderse y a decir basta.

15.    Netanyahu se está excediendo mucho, estará errando en el cómo pero no en el qué. En la historia reciente del inacabable conflicto de Oriente Medio hay muchos más culpables y el mundo debiera ser más prudente a la hora de calificar al sionismo como estado asesino.