El pasado 21 de marzo, no contento con pervertir todas las encuestas del CIS, el ínclito y más estrambótico sociólogo de este país, el señor don José Félix Tezanos, ha llegado más lejos aun que la Ministra Delgado cuando habló de la “derecha trifálica”. Tezanos se permitió el lujo de equiparar a tres partidos constitucionales españoles con las que fueron diferentes milicias paramilitares en lugar de verdaderos partidos políticos y que, tras la tristemente célebre noche de los cuchillos largos del 1 de julio de 1.934, tal como él indica, una de ellas se impuso a las demás dando lugar al nacimiento del Partido Nacional Socialista Alemán de Adolf Hitler en el año 1.934. Que este caballero vomite semejantes mezquindades no nos sorprende demasiado, pero que el gobierno que le ha nombrado como su “Ministro de Propaganda” no haya salido de inmediato a desautorizarlo, nos parece que significa que tanto sectarismo y tanto rencor solo puede conducir a deslizarnos por un camino de final impredecible.

Muchas veces hemos visto y oído como se acusaba al Partido Popular por haber sido fundado por Manuel Fraga Iribarne, el que fuera Ministro de Franco cuando se firmaron algunas penas de muerte y uno de los políticos procedentes de la dictadura que, sin embargo, contribuyó de forma positiva al advenimiento de la democracia en 1.978, al igual que sucediera con Adolfo Suarez o tal como obrara Santiago Carrillo renunciando a un pasado, como mínimo dudoso, cooperando a iniciar una nueva etapa democrática que ha supuesto que España haya disfrutado de los 40 años de mayor bienestar de su Historia. Aunque no falte ahora quien quisiera fracturarlo todo, hubo un tiempo no muy lejano en que triunfaron la concordia y el entendimiento con la vista puesta en un futuro mejor, lo que acabó por rendir magníficos frutos. En todo ese proceso tuvo mucho que ver el hecho de que Felipe González, tras un árduo debate interno, hiciese que el PSOE renunciara al marxismo. Esa fue la contribución esencial del socialismo a la construcción de un estado de derecho plenamente democrático a la que también colaboró muy positivamente una derecha que a su vez renunció al franquismo. Libertad sin ira fue el lema con que se inició un bipartidismo eficaz y axiomático.

Lamentablemente no tardarían en aparecer la corrupción y otras situaciones deplorables fruto de las debilidades humanas: Casos Filesa, Malesa y Time Export, Caso Fondos Reservados, Caso GAL y los más recientes Caso Gürtel o Caso ERES, entre otros muchos, que junto con las numerosas y continuas cesiones al nacionalismo, terminaron por desacreditar absolutamente al bipartidismo y dieron lugar al actual maremágnum de partidos cuyos resultados a la vista están y que no mejoran absolutamente en nada al sistema anterior sino, más bien al contrario, lo empeoran. Tampoco se puede negar el hecho de que esta tendencia al multipartidismo se ha extendido también como la pólvora por el resto de Europa -por algo será- llevando a la práctica irrelevancia a formaciones tan emblemáticas como los partidos socialistas francés y griego. No haría mal el socialismo español en aprender de ciertas lecciones aprendidas.

El PSOE en el que milita Tezanos comenzó una extraña deriva bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, el mismo que es quien parece haberse convertido ahora en algo semejante a valedor de Nicolás Maduro, lo que define suficientemente al personaje. Pero se diría que su sucesor, Pedro Sánchez, está dispuesto a superarle en frivolidad política, dicho sea por emplear solo un eufemismo. Pedro Sánchez está haciendo exactamente todo aquello que, en 2.017, se temía la ejecutiva del partido que quería hacer y por lo que le defenestró. Socialistas históricos como el mismo Felipe González, Alfonso Guerra, José Luis Corcuera, Joaquín Leguina, Nicolás Redondo Terreros e incluso algunos de los actuales miembros y barones del partido, tienen serias dudas de adonde les puede conducir su ansia por estar en La Moncloa a costa de cualquier cesión a cualquier villano, por vergonzosa que pueda parecer. El PSOE ha demostrado tener dos almas -suele ocurrir en casi todos los partidos- una más socialdemócrata o felipista y otra más radical de izquierdas. Nada nuevo si recordamos lo ocurrido en los años 30 entre prietistas y largocaballeristas; bien sabido es que la Historia tiene una gran propensión a repetirse.

Después de deshacerse de todos sus rivales internos, Sánchez, por pura lógica personal, se rodeó de fieles y entre todos ellos hay uno que brilla con luz propia, su leal Tezanos, que no solo no se corta un pelo a la hora de publicar encuestas al gusto del amado líder, sino que ni siquiera intenta pasar desapercibido y dar una cierta imagen de esa neutralidad que al menos se le debía suponer al director de un órgano del estado que tendría que servir a todos por igual y reflejar algo que al menos tuviera un cierto parecido con la realidad.

Recuperamos aquí el hilo de aquello con lo que comenzaron estas líneas, con las declaraciones de don José Félix, quien ignorando las alianzas y entendimientos de su partido con al menos parte de lo más toxico de la política hispana, compara a todos los grupos situados a la derecha del suyo con la parte más abyecta del fascismo. El señor Tezanos se doctoró en Ciencias Políticas y es catedrático por lo que indudablemente conocerá a la perfección todo lo que aquí expondremos a continuación, lo que hace que su conducta sea aun más imperdonable.

Como antes indicábamos, la izquierda española ha tenido mucho empeño en señalar los orígenes políticos del fundador del Partido Popular, pero aquí y ahora vamos a hacer un repaso a hechos históricamente contrastados que forman parte de la hagiografía del partido político al que pertenecen Sánchez y Tezanos:

Uno: Don Pablo Iglesias Posse, fundador del partido Socialista Obrero Español en 1879 nos dejó, entre otras perlas, las siguientes frases:
Este partido está en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones. (Diario de Sesiones del Parlamento del 5 de Mayo de 1.910).
Tal ha sido la indignación por la política del Gobierno del Sr. Maura en los elementos proletarios, que nosotros hemos llegado al extremo de considerar que antes de que S.S. suba al Poder debemos ir hasta el atentado personal. ( Pág. 439-443 del Diario de Sesiones del Parlamento del 7 de julio de 1.910).

Dos: Don Francisco Largo Caballero ocupó, entre otros muchos, el cargo de Secretario General del PSOE entre 1.932 y 1.935 y fue uno de los principales cabecillas e instigadores del intento de golpe de estado revolucionario de 1.934, que solo pudo iniciarse en Asturias acabando en fracaso y con el corolario intento secesionista de Lluis Companys en Cataluña. Posteriormente colaboraría con Juan Negrín en el latrocinio del conocido caso del oro de Moscú. Largo Caballero también dejó algunas frases memorables. Valgan como ejemplo:
La clase obrera debe adueñarse del poder político, convencida de que la democracia es incompatible con el socialismo, y como el que tiene el poder no ha de entregarlo voluntariamente, por eso hay que ir a la Revolución. (Mitin celebrado en Linares el 20 de enero de 1.936).
No creemos en la democracia como valor absoluto. Tampoco creemos en la libertad. (Verano de 1.934 en Ginebra).

Largo Caballero tiene una estatua delante del edificio de Nuevos Ministerios en Madrid. Pura memoria histriónica.

Tres: No disponemos aquí de datos a nivel nacional pero sí sabemos que solo en Madrid existieron en 1.936 no menos de 300 checas donde se asesinó cruelmente a miles de personas por motivos religiosos, políticos o simplemente a todo sospechoso de no ser afecto al frente popular, por el temor a que se pudiera formar una quinta columna en el interior de la capital. Checas anarquistas, comunistas, socialistas o de grupos concretos de milicianos. Pues bien, se sabe que 49 de ellas eran controladas por los socialistas, quizá como prueba de su elevado espíritu dialogante.

Cuatro: No deseamos nunca hacer muy extensos estos artículos pero a lo anterior podríamos añadir la ya expresada falacia del oro de Moscú, responsabilidad fundamentalmente del socialista Juan Negrín, que sirvió no solo para pagar las ayudas soviéticas, sino para otros fines inconfesables y la desaparición de una gran parte del mismo junto con las numerosas incautaciones de bienes, incluidas las monedas del Museo del Prado que desaparecieron tras el absurdo y arriesgado traslado de todos sus fondos artísticos a Valencia para acabar (las monedas) rumbo a Méjico en el yate Vita, supuestamente para sostener a los exiliados, y donde sirvieron solo para enriquecer a unos pocos.

En 1.979 el PSOE celebró el centenario de su fundación bajo el lema Cien años de Honradez sin el menor rubor; aunque a muchos se nos notase la sonrisa irónica, como estábamos en esa fase de intento de concordia nos ahorramos los comentarios. Luego vendrían los casos ya comentados de corrupción -Filesa, Fondos Reservados…, GAL etc., etc.-, corrupción que luego continuaría el PP por otras vías, como también hemos citado anteriormente y que, todas juntas, serían la principal causa del fin del bipartidismo. Pero ese es otro cantar.

En fin, las comparaciones son odiosas, pero si aquí hay algún sospechoso de poner en peligro la democracia, señor Tezanos, primero vigile su ombligo y el de su entorno de colega-hermanos.